Erick Martínez es un joven, originario de una familia de campesinos mexicanos que gracias a su esfuerzo y de sus padres pudo graduarse con honores en Harvard, una de las universidades más prestigiosas del mundo.
Todo comenzó en 1980, cuando la pareja del Estado de México migró a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, dedicándose a trabajar en los campos de Carolina del Norte y Florida, en una producción de tomate. Tras unos años, (1992) nació Erick.
El muchacho recuerda que era muy tímido, según contó a Univision. Sus padres tenían 20 años cuando migraron. Ninguno logró completar sus estudios debido a la escasez de recursos. Pasaron por varios trabajos como cultivo de productos o recogiendo naranjas para luego trabajar en un campo de tomates
Erick recordó que en su casa no había lujos, ni aire acondicionado. Siempre soñó que quería ser médico, así que, ante la falta de pelotas o juguetes, solo se dedicó a estudiar. Sus padres no podían comprarle juegos por lo que todo el esfuerzo lo volcó de lleno a los libros.
Martínez y su familia se mudaron en 2003 a Bainbridge, una localidad un poco más grande que actualmente cuenta con unos 13,000 habitantes, debido a que el campo que producía tomates fue vendido por sus dueños.
Ahí continuó sus estudios de secundaria y preparatoria de manera sobresaliente y, durante sus vacaciones, colaboró con programas académicos de instituciones prestigiosas como la Universidad de Duke.

En 2010 se graduó de High School de Bainbridge como el primer inmigrante “valedictorian” (el estudiante más destacado de su clase durante ese año). Aplicó a diferentes instituciones académicas de alto nivel como la Academia Militar de West Point, ubicada en Nueva York, y a la prestigiosa Universidad de Harvard. Para su sorpresa y la de su familia, fue admitido en ambas instituciones.
Erick Martínez ingresó en 2011 a la carrera de neurobiología de Harvard de la que se graduó con muy buenas notas en 2015 y pertenecía a la comunidad latina de la prestigiosa Universidad. Pero sus aspiraciones no se quedaron ahí. Tras graduarse de Harvard, se matriculó a la Universidad de Augusta donde concluyó este año la carrera de Medicina.
